No te das cuenta que vives en el pasado porque cambian constantemente sus formas, pero siempre tus mismos problemas adaptados al nuevo tiempo, esa es tu normalidad. En el pasado diste significado a lo que no conocías y solo te relacionas con ello, no estás abierto a nada más. Ese es tu mundo, tu tiempo… y tu pena. Por eso prevés y temes el resultado de cada situación.