Acostúmbrate a pensar que tu vida la forman tus propios pensamientos, no hay nada más y ninguno de ellos es neutro, son verdaderos o falsos, dependen de si surgen de tu mente recta o de la errada, no descartes ninguno porque todos tiene idéntica capacidad de influirte. De tu atención dependerá que vivas en la paz o en la guerra, en el Amor o en el miedo.