Una de las condiciones más ocultas de esta vida es nuestra adición a la culpa. Nos gusta, especialmente verla en los demás, nos hace diferentes y especiales. Nadie va a sospechar de nosotros si criticamos fuera nuestra propia crueldad. Parece que no sabemos vivir sin juzgar, pero ¿te imaginas ver solo santidad a nuestro alrededor?