Tu resentimiento es el resultado de enfadarte con los fantasmas de tu imaginación. Cuando ves culpa en tus hermanos, no los ves a ellos, sino al espectro culpable con el que sustituiste su Realidad para zafarte de ella y tejer un mundo aparte. Así crees que burlas a la Creación, dando forma a lo que no existe mientras la niegas. Si estás siendo ultrajado no eres el Hijo de Dios, ese es tu ataque a la Verdad.
El resentimiento es el notario de lo que no existe, tu propuesta para atacar la Verdad.

No quiero resentimientos en mí, los he tenido, si, pero ahora de la Mano del Espiritu no me dejo engañar fácilmente. Elijo la paz.