“Se me concederá todo lo que pida”. Parece una frase de buenaventura y lo es, pero compruebo con horror que también contiene la explicación a los desajustes de mi vida. Todo lo que pida está a mi alcance sólo con pedirlo ¡Ay, que hice con esa capacidad! “Nadie desea el dolor. Pero puede creer que el dolor es placer”. -Ay mi cabeza, que la tengo perdida! – “Nadie quiere eludir su felicidad, más puede creer que la dicha es algo dolorosos, amenazante y peligroso”. -¡Ay mi cabeza, que me pierde!- “No hay nadie que no haya de recibir lo que pida”.- ¿En qué estaré pensando si el sufrimiento, la escasez y la muerte forman parte de mi vida?-

“Pero puede estar ciertamente confun­dido con respecto a lo que quiere y al estado que quiere alcanzar”. -Debí pedir y no recuerdo cuando, otra vida diferente de la que Tú me ofreces y diferente a la Vida sólo es su negación; la muerte. No hay intermedios entre lo que es Todo y la nada. ¿Cómo pudo ocurrir, qué andaba buscando?- “¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo aún  lo siguiese deseando?” -Ahora tengo miedo de lo que pueda desear, tengo miedo de volverme a equivocar. Ilusiones pedí, y eso me llegó… y el llanto- “He pedido lo que me asusta y hace sufrir. Resuelvo hoy pedir lo que realmente deseo, y sólo eso, de manera que pueda pasar este día libres de temor, y sin confundir el dolor con la alegría o el miedo con el amor”.

-Sólo tengo una palabra para hoy-:“Padre, Te ofrezco este día. Es un día en el que no haré nada por mi cuenta, sino que tan sólo oiré Tu Voz en todo lo que haga. Y así, Te pediré únicamente lo que Tú me ofreces y aceptaré únicamente los Pensamientos que Tú compartes conmigo.

joseluis