Cuesta creer que nuestros conflictos son sueños por el dolor que nos causan, pero la razón sabe que son imposibles, pues no hay voluntades opuestas que puedan provocarlos, la Voluntad del Padre y la del Hijo es la misma. Soltemos el engaño.
Cuesta creer que nuestros conflictos son sueños por el dolor que nos causan, pero la razón sabe que son imposibles, pues no hay voluntades opuestas que puedan provocarlos, la Voluntad del Padre y la del Hijo es la misma. Soltemos el engaño.
Gracias