En el instante santo está tu identidad, porque ahí abandonas lo que imaginaste que eras para diferenciarte y separarte de tu Padre, creyendo que así serías tú mismo. Ahí recuerdas que compartes con Él tu condición; el Amor, que es lo que tú eres.
En el instante santo está tu identidad, porque ahí abandonas lo que imaginaste que eras para diferenciarte y separarte de tu Padre, creyendo que así serías tú mismo. Ahí recuerdas que compartes con Él tu condición; el Amor, que es lo que tú eres.