La razón nos dice que examina la causa de las cosas para saber si son reales o no. La muerte no tiene causa, porque niega la Vida que es Dios y Él no tiene opuestos, por tanto, la muerte, al no tener causa real, necesita de nuestra creencia constante en ella, y ese movimiento antinatural acaba cansando. A la muerte se le acaba el tiempo, el único lugar ficticio donde parece existir, porque el espíritu dormido está agotado de fingir.

José Luis