EXPLICACIÓN PÍLDORA DE AYER
No es la inmortalidad lo que perseguimos, sino nuestra realidad eterna.
La inmortalidad es lo máximo que desde este sueño podemos imaginarnos, vivir para siempre en el cuerpo, en el tiempo y el mundo de las formas caducas, un desafío imposible a sus leyes inviolables desde dentro, pero la única aspiración que nuestra mermada mente dividida puede soñar. La eternidad, es el regalo que el milagro del despertar al Amor nos ofrece a cambio, y eso no es un sueño, sino nuestra realidad eterna.
José Luis