Dios no nos quiere muertos ni viviendo una vida de dolor y muerte lejos de Él, es fácil de aceptar esta aseveración y si es ésa la vida que llevamos o vemos a nuestro alrededor, es que no debemos estar haciendo Su Voluntad. Reconozcamos que esta vida que queremos santificar, es la prueba de nuestra rebeldía y la muerte el precio que pagamos por “contradecirle”.
José Luis