Creerte separado de tu Fuente arruinó tu vida. Te dio culpa y eso pareció despojarte de todo, te convirtió en un exiliado y te arrojó al mundo de la escasez, la soledad y la muerte. Nunca te separaste, recapacita, lejos de la Fuente de la que brotas, hubieras sencillamente dejado de existir.