No parece que se pueda elegir frente a lo que los sentidos nos muestran, pero cada resentimiento que nos inspiran oculta la Creación. En el cielo no, pero ver aquí al Hijo de Dios es un milagro, solo llega después de perdonar el resentimiento con el que lo disfrazamos de villano. Ver al Hijo de Dios, verle solo a Él, es el derecho que tienes, aquí revestido de milagro. Tienes derecho, deja de sufrir, de crearte enemigos pide ver el milagro.