Mi primera práctica: “Soy un solo Ser unido a mi Creador”. – Como si fuera verdad y la verdad me alimentase, de ese modo me quedo repitiéndolo y transformándome con su contenido. Es la verdad que ando buscando: “Soy un solo ser unido a mi creador”-Las demás pierden importancia. Ni estoy solo, ni soy un extraño, extendido en todo y siendo su esencia. Y ahí me quedo…-

“Mías son la serenidad y la paz perfecta, pues soy un solo Ser, completamente íntegro, uno con toda la creación y con Dios”. -Y me recojo oyéndome decir esto, pues me empiezo a conocer; la serenidad y la paz me pertenecen pues soy un solo ser, manifestándome, que ni me falta ni me sobra nada. Toda la creación soy yo, lo esencial de lo que veo soy yo y le pertenezco y vivo en mi Creador-.

Para la segunda hora: “La salvación procede de mi único Ser”. -Y escucho atento. Debí perderlo de vista pues ando perdido. Sólo necesito salvarme de su aparente pérdida, no tengo otro enemigo que esta creencia; la separación de mí mismo. Me enrollo hacia dentro a su encuentro. Sólo nombrar a mi Ser lo trae a mi presencia, sólo citar su existencia lo hace posible. Y desde ahí, concentrado en su nombre puedo alcanzar a ver otro plan diferente y esperanzador-.

“Desde mi único ser, cuyo conocimiento aún permanece en mi mente, veo el plan perfecto de Dios para mi salvación perfectamente consumado”. -Apago la radio de mi mundo por un instante, para seguir conectado con todo este nuevo estado, disfrutar de ese espacio conocido, recordar a mi Padre y cumplir Su plan y mi regreso-.

Y lo sostendrá mi mente frente a lo que intente apartarme de mi función, con Tu ayuda.

joseluis