“La salvación procede de mi único Ser”. – ¿Dónde está ese Ser, mientras ando penando con el otro?- “Los opuestos que percibes en ti jamás serán compatibles. Sólo uno de ellos existe”. -Éste se mi dilema: decantarme por aceptar mi cuerpo y el sin número de problemas que me trae, o aceptar mi espíritu como realidad única-. Una mente y un cuerpo no pueden coexistir. No trates de reconciliarlos, pues cada uno de ellos niega al otro”. -No comprendo lo que me está pasando-. “La mente es el medio del que el espíritu se vale para expresarse, esta mente está en paz y llena de gozo. No obstante, la mente puede, verse también a sí misma divorciada del espíritu y percibirse dentro de un cuerpo al que confunde consigo misma”. -Esa es mi situación y mi desconcierto-.
-Siempre la misma pregunta ¿qué hacer? – “Tu Ser conserva Sus pensamientos dentro de tu mente y en la de Dios. La salvación es un pensamiento que compartes con Él, porque Su Voz lo aceptó por ti y respondió en tu nombre que se había consumado”. -Mis practicas hoy consisten en localizar este pensamiento-. “Espera paciente y deja que Él te hable acerca de tu Ser y de lo que tu mente puede hacer cuando se encuentre libre”. -Usaré las palabras-: “La salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición”. -Buscaré luego Sus pensamientos, ellos son mis pensamientos reales, los que negué mientras soñaba con cuerpos que los sustituyesen, los únicos que tengo. Mi salvación está en ellos. Y continúa; si tienes éxito reconocerás que te has salvado y tu Ser se llenará de paz. “Él sabe que hoy no puedes fracasar”.
“Cada vez que le dices hoy a tu agitada mente que tu salvación procede de tu único Ser, añades otro tesoro más a tu creciente almacén”. -Y haré mis deberes todo el día-.
Joseluis
Gracias, Gracias