“Los milagros se ven en la luz”. -No pone en duda su existencia-; “El milagro está siempre ahí”, -me tranquiliza, es la situación en la que estoy lo que dificulta mi acceso a ellos-; “Mientras sigas en la oscuridad no podrás ver el milagro”. -¿Cómo puedo saber que estoy en la oscuridad? Porque para resolver mis conflictos no hecho mano de los milagros sino de mis defensas y me envuelve el fracaso. Veo, razono, me muevo… no diría que mi vida transcurre en la oscuridad-. “Tú no dudas de que ven tus los ojos ni de la realidad de sus imágenes. Tienes total fe en la oscuridad, no en la luz. ¿Cómo invertir esto? Tú no lo podrías hacer solo, pero no estás solo en esto”.
-¿Qué hago?-“Esto se puede lograr fácilmente si te das instrucciones a ti mismo de que no eres un cuerpo”. -Me promete experimentar la fortaleza que mora oculta en mí. Diez minutos en tres ocasiones me pide que repita-: “Los milagros se ven en la luz. Los ojos del cuerpo no la perciben. Mas yo no soy un cuerpo. ¿Qué soy entonces?” –y callado esperar la respuesta-.
-Necesito hacerme consciente de lo que el E.S. usa para reemplazar en mi mente la imagen de que soy un cuerpo y sentir algo en lo que depositar mi fe a medida que la retiro del cuerpo. Tener una experiencia real, más sólida y segura; más digna de mi fe y que realmente esté ahí. “¿Si no soy un cuerpo que soy?” Repito mientras me recuerdo-: “No soy débil, sino fuerte. No soy un inútil, sino alguien todopoderoso. No estoy limitado, sino que soy ilimitado. No tengo dudas, sino seguridad. No soy una ilusión, sino algo real. No puedo ver en la oscuridad, sino en la luz”. -Reconociendo y la verdad que contienen. Después, trataré de hacerme consciente de la fortaleza en mí no juzgando el resultado, pues toda la Fortaleza de Dios y Sus Pensamientos respaldan mis insignificantes intentos.-
Cinco o seis veces por hora o frente a cualquier tentación me repetiré; Los milagros se ven en la luz. No voy a cerrar los ojos por causa de esto.
joseluis