Para la primera sesión larga: “Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. Es inútil andar buscando febrilmente la salvación por todas partes. La he visto en muchas personas y cosas, pero cuando traté de alcanzarla no estaba allí. Estaba equivo­cado con respecto a dónde se encuentra y a lo que es. Ya no emprenderé búsquedas inútiles. Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito, y me regoci­jaré de que jamás pueda fallar”. La corrección para mi mente despistada, un golpe de cordura. He estado equivocado persiguiendo lo que no me podía traer paz, he enfocado mal mi vida. He aceptado el engaño. Hoy acepto el plan de Dios únicamente.

Entre horas: El plan de Dios para la salvación me librará de esta percep­ción. Esto no es una excepción al plan de Dios para la salvación. Quiero percibir esto a la luz del plan de Dios.

Para la segunda sesión:“Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación. Es un intento de probar que el plan de Dios para la salvación fracasará. Pero sólo Su plan puede tener éxito. Abrigando resentimientos exclu­yo de mi conciencia mi única esperanza de salvación. No quiero seguir yendo en contra de mis intereses tan descabelladamente. Quiero aceptar el plan de Dios para la salvación y ser feliz”. Administro mis resentimientos y me alimentan, y así me alejo de mi salvación envuelto en quejas. Hoy digo basta y en cada uno sólo veré una oportunidad para renunciar a él y a la vida que he llevado.

Entre horas: Según contemplo esto estoy eligiendo entre la percepción falsa y la salvación. Si comprendo mis resentimientos, no veré motivos que justifiquen mi salvación. Esto es un llamamiento a la salvación, no al ataque.

                                                                                                                                           Joseluis