Para la primera sesión larga: “El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo. He sido creado a semejanza de mi Creador. No puedo sufrir, experimentar pérdidas ni morir. No soy un cuerpo. Hoy quiero reconocer mi realidad. No adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que he forjado de mí mismo para reemplazar a mi Ser. He sido creado a semejanza de mi Creador. El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo”. Un verdadero credo que repaso complaciéndome mientras voy cerrando la brecha que yo mismo abrí entre lo que soy y mi malogrado ser diferente. Quince minutos de dedicación por la mañana
Para la segunda sesión larga: “El amor no abriga resentimientos. Los resentimientos son ajenos al amor, lo atacan y oscurecen su luz. Si abrigo resentimientos ataco al amor y, por tanto a mi Ser. De este modo, mi Ser se vuelve un extraño para mí. Estoy decidido a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy”. Los resentimientos… ahí vivo, aunque ni lo aparente ni lo reconozca con facilidad. Hoy renuncio a ellos mientras repaso estas palabras a solas, sin testigos, reconociendo mi error, mi dolor, y con el convencimiento de que no soy su presa.
Durante la mañana reafirmaré mi independencia con la idea original y las siguientes variaciones: No me dejes ver en esto una ilusión de mí mismo. Mientras contemplo esto, quiero recordar a mi Creador. Mi Creador no creó esto como lo estoy viendo.
Por la tarde: Esto no justifica el que niegue mi Ser. No me valdré de esto para atacar al amor. No dejaré que esto me tiente a atacarme a mí mismo.
Joseluis