“La luz ha llegado”. “Te has curado y puedes curar. La luz ha llegado. Te has salvado y puedes salvar. Estás en paz y llevas la paz contigo. Las tinieblas, el conflicto y la muerte han desaparecido. La luz ha llegado”. -Y yo sin enterarme. Ésta es la historia de mi vida, que se desarrolla paralela a la realidad. No sé si deprimirme o alegrarme. Y le escucho hablarme; abandona el pasado hoy y su contenido; tu depresión y tus juicios “Hoy has perdonado al mundo”, lo sepas o no, -parece que me dice-, mantén tu mente receptiva a lo nuevo-. “Todavía no sabes qué aspecto tiene. Simplemente estás esperando a que se te muestre. Mientras esperas, repite varias veces lentamente y con absoluta paciencia: La luz ha llegado. He perdonado al mundo”. -Y le obedezco-.
Temblando estoy y lo sabe pues me dice-: “El Espíritu Santo estará contigo mientras observas y esperas. Él te mostrará lo que la verdadera visión ve. Ésa es Su Voluntad y tú te has unido a Él. Espéralo pacientemente. Él estará allí. La luz ha llegado. Has perdonado al mundo”. -Una lección intensa para mí, una reválida de lo aprendido hasta ahora, una prueba de confianza y de fe-: “Dile que sabes que no puedes fracasar en tu empeño porque confías en Él”. -Continúa hablándome- “Y dite a ti mismo que esperas lleno de certeza poder contemplar el mundo que Él te ha prometido, en el cual el fin del tiempo está garantizado”. -Temblando o no, me llena la esperanza. Menos mal que no soy yo quien dirige esto-.
En las sesiones cortas, cada quince minutos, debo mantener esta confianza reforzándola mientras repito: “La luz ha llegado. He perdonado al mundo”. -Y si la tentación me asalta le diré a quien me la presente-: “La luz ha llegado. Te he perdonado”. -De nuevo él: Dedica este día a la serenidad, mantenla en tu conciencia y contémplala en todas partes-.
Joseluis