“Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad”. -¿Cómo puedo saber quién si me siento atacado? Todo parecen acecharme, mis aspiraciones y planes fuera de mi control-. “Sin embargo, la seguridad perfecta constituye mi herencia. Traté de despojarme de ella a cambio del mundo que veo. Pero Dios la salvaguardó”. -Mis pensamientos reales me mostraran mi herencia-.
“Por encima de todo quiero ver”. -Si lo que veo es un reflejo de lo que creo ser, mi mayor necesidad es la visión. Mi mundo testimonia la temerosa imagen que he forjado de mí, es esencial que la abandone-. “A medida que dicha imagen sea reemplazada por la verdad, se me concederá la visión. Y con esta visión contemplaré al mundo y a mí mismo con caridad y con amor”.
“Por encima de todo quiero ver de otra manera”. -Mi mundo me muestra una imagen desastrosa de mí y garantiza su continuidad. De seguir así no conoceré la verdad-. “Dejaré que la puerta que se encuentra detrás de este mundo se abra, para así poder mirar más allá de él al mundo que refleja el Amor de Dios”.
“Dios está en todo lo que veo”. -Tras cada imagen que he forjado, la verdad permanece inmutable, tras cada velo, la faz del amor. Más allá de mis descabellados deseos se encuentra mi voluntad unida a la del Padre. Dios sigue estando en todas partes eternamente-. “Y nosotros, como parte de Él, veremos más allá de las apariencias, y reconoceremos la verdad que yace tras ellas”.
“Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente”. -En mi propia mente, oculto por mis desquiciados pensamientos, yace el conocimiento de que todo es uno eternamente. Yo lo perdí por haberlo olvidado-. “Pero ha sido salvaguardado para mí en la Mente de Dios, Quien no ha abandonado Sus Pensamientos. Y yo, que me cuento entre ellos, soy uno con ellos y uno con Él”.
Debo comenzar leyendo las ideas con sus comentarios y practicar con ellas al menos una vez por tres minutos.
Joseluis
Gracias Bendito Hermano-maestro ?