“Dios es la luz en la que veo”. -Me entra la inquietud, pues tengo la sospecha que mi mundo no está auspiciado por Dios ¿Que será entonces lo que creo ver y es objeto de mis relaciones? – “Puedes fabricar oscuridad y luego pensar que ves en ella, pero la luz refleja vida,…” -y me quedo ahí: la luz refleja vida y ésta tiene que ser eterna. Nada de lo que veo lo es, por tanto, todo ha de ser producto de la oscuridad que cita ¡Nunca vi la luz! – “Para poder ver, tienes que reconocer que la luz solo está en tu interior. Está siempre contigo, haciendo que la visión sea posible en toda circunstancia”. -O sea, ahora-.
“Hoy vamos a intentar llegar hasta esa luz”. -Me dice que el ejercicio de hoy es muy difícil para las mentes sin entrenar, pero la mía ya no lo está completamente, así me anima. Debo repetir la idea con los ojos abiertos y cerrarlos después sosteniéndola-. “Trata entonces de sumergirte en tu mente, abandonando las interferencias… No hay nada, excepto tú, que pueda impedirle a tu mente hacerlo. Ella está sencillamente siguiendo su curso natural. Observa los pensamientos que te vengan sin involucrarte, y pásalos de largo tranquilamente”. -A sí lo hago en paz, abandono el control conscientemente y veo los pensamientos que me llegan pasar sin que me afecten-. “Trata de pensar en la luz, sin forma y sin límites, según pasas de largo tus pensamientos”. -Y comienzo a ver una luz azul dentro de mi frente complacido…-
Tres sesiones de cinco minutos me pide hoy, más tiempo si lo disfruto, ahora lo he hecho. “Durante el día, repite la idea a menudo con los ojos abiertos o cerrados. No olvides hacerlo. Decídete hoy a no olvidarte”. Y me pongo la alama de mi celular.
Joseluis
Gracias maestro de Diós por aseptar mi solicitud a esta clase ..tan nuntrida ..con vosotros ..
Gracias, Gracias