“Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él”. Otra corrección para mi mente, o la misma dicha de otra forma. Si Dios es mi Fuente, mis percepciones particulares no son reales ¡Cuánto me cuesta esto! Por eso tantas repeticiones. Por mi fuerte vinculación con mis percepciones es por lo que el Espíritu Santo las usa para transformarlas y restaurar de ese modo la santidad en mi conciencia. Ése es el camino elegido. Negarlas sería duro. “Una percepción que ha sanado se convierte en el medio por el que el Hijo de Dios perdona a su hermano, y, por ende, a sí mismo”.

Hoy tres sesiones de 5 minutos; temprano, a la noche y otra intermedia. Repito la idea interiormente y luego, abriendo los ojos la aplico a lo que veo:  Dios es mi Fuente. No puedo ver mi ordenador separado de Él…”la segunda parte más larga con los ojos cerrados y con la lección en mi mente, permito que cualquier pensamiento que se me ocurra sea una aportación mía a la idea de hoy: “Veo a través de los ojos del perdón. Veo el mundo como un lugar de encuentro. Veo en mi mente la conexión con Dios…” Un poco difícil al comienzo, por lo extraño, pero acabé encontrando un lado tranquilizador para cada pensamiento que me llegaba; “Veo el paso del tiempo como el medio de encontrar mi ser…” Me dice que si me distraigo repita la lección y vuelva a intentarlo, pero no me ha hecho falta.

Y durante el día, cuando vea a otra persona: “Dios es mi Fuente. No puedo verte separado de Él”. O en medio de un acontecimiento: “Dios es mi Fuente. No puedo verte separado de Él”. Que no deje pasar mucho tiempo sin conectarme… pondré la alarma de mi celular.

Joseluis