“Padre, mi libertad reside únicamente en Ti”. Al oírlo esta mañana pareciera que había encontrado algo que anduviera buscando largo tiempo. Sí, sin duda es verdad, no tengo que buscar más explicaciones fuera, mi ser me lo confirma. ¿Qué me ocurre entonces? Cada vez que tengo una llamada del mundo, olvido esta verdad. Cada asunto que me ocupo me distrae, y tengo tantos…“Padre, mi libertad reside únicamente en Ti”. Hoy quiero mantenerme centrado en la verdad que contiene, hoy no voy a dejarme distraer por tantos requeridos con los que la vida me solicita mi atención. Hoy no estaré más preso de ilusiones de libertad inútiles y que siempre fracasan, hoy quiero encontrar mi libertad en Ti.
“No entendía lo que me podía hacer libre, ni lo que era mi libertad o adónde ir a buscarla. Y así, Padre, busqué en vano hasta que oí Tu Voz dirigiéndome. Ahora ya no deseo seguir siendo mi propio guía. Pues la manera de encontrar mi libertad no es algo que yo haya ideado o que comprenda. Pero confío en Ti. “Y me mantendré consciente de Ti que me dotaste con mi libertad por ser Tu santo Hijo. Tu Voz me dirige, y veo que el camino que conduce hasta Ti por fin está libre y despejado. Padre, mi libertad reside únicamente en Ti. Padre, mi voluntad es regresar.
Jesús me habla: “Hoy respondemos por el mundo, el cual será liberado junto con nosotros. ¡Qué alegría encontrar nuestra libertad por el inequívoco camino que nuestro Padre ha señalado! ¡Y cuán segura es la salvación de todo el mundo cuando nos damos cuenta de que sólo en Dios podemos encontrar nuestra libertad!” -Agarrado de tu mano en cada circunstancia, ni un instante solo-
Joseluis
Gracias, Gracias