“Lo único que veo es la mansedumbre en la creación”. -Otro salto al vacío que me propone hoy. Al repetirlo aparece todo cuanto la contradice; las catástrofes naturales, la separación entre hermanos… mis miedos, las dificultades a las que debo enfrentarme cada día y los esfuerzos que preciso. ¡Qué mansedumbre si vivo sobreviviendo rodeado de enemigos y de situaciones adversas! ¿Dónde está? – “Ciertamente no has comprendido el mundo, ya que proyectaste sobre él tus pecados y luego te viste siendo el objeto de su mirada:” -De este modo guía mi mente suavemente a la cordura- “¡Qué feroces parecían!” – Y aún me lo parecen, sigo asustado- “¡Y cuán equivocado estabas al pensar que aquello que temías se encontraba en el mundo en vez de en tu propia mente!” – Ciertamente me alivia, recuérdamelo -.
“Hoy veo el mundo en la mansedumbre celestial con la que refulge la creación”. -Llévame hasta ahí- “En él no hay miedo”.- Es ciertamente otro mundo- “No permitas que ninguno de mis aparentes pecados nuble la luz celestial que refulge sobre el mundo”. -Sostén mi cordura todo el día- “Lo que en él se refleja se encuentra en la Mente de Dios”. -Esto sí es un cambio- “Las imágenes que veo son un reflejo de mis pensamientos. Pero mi mente es una con la de Dios. Por lo tanto, puedo percibir la mansedumbre de la creación”. -Acepto este punto de vista y me agarro a él-.
“En la quietud quiero contemplar el mundo, el cual refleja únicamente Tus Pensamientos, así como los míos. Concédaseme recordar que son lo mismo, y veré la mansedumbre de la creación. -Éste es mi flotador para hoy, mi escudo frente al miedo, lo que tengo que aprender usándolo.
joseluis
Gracias, gracias