“Dios es mi refugio y mi seguridad”. -Sólo si estoy apretado miro al cielo. En efecto, todas mis defensas van cayendo y la que no lo ha hecho, está debilitada. Sólo desde este apuro infinito Le pedimos ayuda. ¿Y si nos la ha prometido, por qué terminamos muertos? Finalmente no debe dar el resultado que esperamos. Aquí acaban mis esperanzas, ni Dios mismo puede salvarme ¿Tal vez no exista?  O no me escuche, o no sea importante para Él, o no merezca su ayuda… ¿Qué me ocurre? – “Te identificas con lo que crees es tu refugio y tu seguridad”. -Sí, con el cuerpo ¡ah!-. “Te verás a ti mismo allí donde percibas tu fuerza y pensarás que vives dentro de la ciudadela en la que estás a salvo y en la que no puedes ser atacado”. -Dentro de mi cuerpo, pensaba antes de su ruina, protegido por los límites de mi piel, ausente y de espaldas a mi verdadera naturaleza. El fracaso no está en Dios, sino en el dios al que me dirijo para modificar las ilusiones que me atrapan, no para librarme de ellas; enfermedad por salud, sometimiento por la victoria… y así-.

            Despiértame y “No dejes que hoy busque seguridad en el peligro ni que trate de hallar mi paz en ataques asesinos. Vivo en Dios”. -No tengo que defenderme de mis ilusiones sino despertar de ellas. Dios es la píldora de la vigilia que necesito-. “En Él encuentro mi refugio y mi fortaleza”. -Porque Él sostiene la cordura que olvidé-. “En Él radica mi Identidad. En Él reside la paz eterna. Y sólo allí recordaré Quién soy realmente”. -Ayúdame a poner en tus manos mis ilusiones de dolor y a no forzar mis soluciones que refuerzan la misma ilusión que me aprisiona. Ayúdame a confiar en Ti-.

            “No dejes que vaya en pos de ídolos, Padre mío, pues lo que deseo es estar Contigo en casa. Elijo ser como Tú me creaste y encontrar al Hijo que Tú creaste como mi Ser”. –Elijo Tu paz-.

joseluis