“Mi Ser es el dueño y señor del Universo”. -En otro momento esta frase hubiera hecho que cerrara el libro, ahora es como el sonido de mi despertador ¿Qué hago aquí creyéndome una víctima de lo que me rodea? Me gusta repetírmelo tomando conciencia de que lo hago desde un sueño y según me escucho se forma un espiral que me saca de él. Ahora puedo seguir-; “Es imposible que te pase algo sin haberlo pedido”. -Casi me hace temblar-. “Aun en este mundo, eres tú quien rige tu destino”. -¡Qué duro es esto e incompresible cuando estoy dentro del dolor mismo! Desde ahí estas palabras parecen una burla, pero me quedo con la esperanza que transporta y necesito-.
“Lo que te sucede es lo que deseas”. -¿Cómo puede ser?- “Lo que no te ocurre es lo que no deseas que suceda”. -Aun así Padre, esto que me dices constituye mi única expectativa. Ayúdame a hacerlo real ahora, para que lo que no es real desaparezca-. “Tienes que aceptar esto”. -Sí, necesidad obliga-. “Pues de esta manera se te conduce más allá de este mundo a tus creaciones -las criaturas de mi voluntad , las cuales moran en el Cielo junto con tu santo Ser y con Aquel que te creó”. -¡Ah, mis creaciones, mis hijos del cielo…! ¡Qué sé yo! Aquí me marca el camino para encontrarme con ellas; aceptando mi única responsabilidad en las cosas que me suceden, lo comprenda o no, me gusten o no-.
Y repito como mi nuevo credo: Yo soy el Ser a Quien Tú creaste como el Hijo, el cual crea como Tú y es uno Contigo. Mi Ser, que es señor y amo del universo, no es sino la perfecta unión de Tu Voluntad con la mía, la cual no puede sino asentir gustosamente a la Tuya, de modo que pueda extenderse hasta Sí Misma. –Y así espantaré por hoy al miedo-.
joseluis