“Dios, en su misericordia, dispone que yo me salve”.- La frase de hoy es un talismán para salir de cualquier clase de dolor. Corto y claro; “Tan sólo necesitas contemplar todo aquello que parece herirte, y con absoluta certeza decirte a ti mismo: “La Voluntad de Dios es que yo me salve de esto”, para que de inmediato lo veas desaparecer” ¡Ah, no puedo dejar pasar esto! No sé si podré decirlo con absoluta certeza, pero sí lo repetiré con tesón hasta alcanzarla. Las cosas sencillas son de Dios, me aprenderé este atajo “Tan sólo necesitas tener presente que la Voluntad de tu Padre para ti es felicidad, para darte cuenta de que lo único que se te ha dado es felicidad”. No puedo seguir en la duda y si lo hago, es por tener en cuenta otra voluntad diferente y contraria.
Sí, me manejo con otra voz que denuncia mis incapacidades, mis maldades… y las de los demás. E insiste; “Tan sólo necesitas recordar que el Amor de Dios rodea a Su Hijo y mantiene su inocencia eternamente perfecta, para estar seguro de que te has salvado y de que te encuentras para siempre a salvo en Sus Brazos”. No tengo más preguntas y repito para escucharme: “Yo soy el Hijo que Él ama. Y me he salvado porque Dios en Su misericordia así lo dispuso”.
Padre, ayúdame a vaciar mi mente de las voces que inventé. “Tu Santidad es la mía. Tu Amor me creó e hizo que mi inocencia fuese parte de Ti para siempre. No hay culpabilidad o pecado en mí, puesto que no los hay en Ti”. Y no escucho nada más por hoy, me quedo con mi talismán.
Joseluis