“Dios está conmigo. Vivo y me muevo en Él”. Una sacudida de gloria. Un corte de mangas al desastre. Un empujón a la cordura. Una declaración de independencia. Mi regalo para hoy. Y sigue… “Dios está contigo”. Sí. Es mi Fuente de vida, de la que no se ve. El alimento de lo que no necesita alimentarse. El hogar de donde soy, vivo y me muevo. El Espíritu que dirige mis actos, los Pensamientos que pienso, la garantía de mi inmunidad. Él me arrulla y me cuida. Me mira con amor, complacido y orgulloso… ¡Y me llama Su Hijo!
“¡Qué serenidad la del que conoce esto y lo hace suyo!”
Padre, no tengo en mis labios ni en mi mente otro nombre que el Tuyo cuando acudo asustado y despojado de todo a Tu Presencia. Ayúdame a encontrar el reposo que necesito y que busqué sin éxito por mi cuenta en otras partes. Ayúdame a abandonar mis proyectos de independencia y recíbeme para que pueda descansar Contigo, libre de mis locuras por un rato en paz.
Y dime al oído mientras tanto; Hijo, Hijo, Hijo… hasta que despierte, que te extraño y me duele mientras duermo distraído con mis cosas.
joseluis
Gracias, son tan hermosas tus reflexiones, tan sencillas y profundas. Gracias , Gracias