“Padre nuestro… Guía nuestras prácticas tal como un Padre guía a su hijo pequeño por un camino que éste desconoce, pero que aun así, el hijo lo sigue, seguro de que está a salvo porque su Padre le muestra el camino”. -Así rezo y continúo-: “Dios es sólo Amor y, por tanto, eso es lo que soy yo”. -De nuevo. Si Dios es sólo Amor y sólo existe Él, no hay nada más que Amor. No hay otra posibilidad que ser lo mismo, aunque siga sin ver esta extraordinaria conclusión y sienta miedo-.
“Dame tu bendición, santo Hijo de Dios”. -Es la respuesta fulminante para cualquier tentación de juzgar a mi hermano de un modo que no sea reconocerle este extraordinario parentesco. Frente a cualquier tentación de juzgarle como mi enemigo recordaré esto-: “Dame tu bendición, santo Hijo de Dios”. -Y me saldré del campo de batalla-.
“Dios es sólo Amor y, por tanto eso es lo que soy yo”. -Cuando me lo escucho repetir y me dejo arrebatar por ello, durante ese brevísimo instante, durante apenas ese nanosegundo se apaga el mundo que sostiene mi sueño y recuerdo que soy libre y extenso-.
“Soy tal como Dios me creó”. -¿De qué preocuparme si lo tuviera presente? ¿Qué podría atacarme?¿Cómo iba a creer en el pecado y la culpa? ¿Qué lugar quedaría para el dolor y las enfermedades?- “Soy tal como Dios me creó”. -Padre, cuando tenga miedo recuérdamelo, y desaparecerá, pues me encontrare Contigo, en Tú Regazo-.
“Dios es sólo Amor y, por tanto eso es lo que soy yo”. -Si Dios es Amor… yo soy Amor. Yo soy como Él… Él y yo somos iguales. Y con esto voy perdiendo el juicio, la conciencia de mi separación, mis patrones, mi propia locura y sigo. Si Dios es Amor… hasta perderme en Él-.
Joseluis
Gracias Jose Luis! Un milagro para ti de parte de Jesucristo. ❤️❤️