“Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo”. -Me dice para recordarme algo que sin duda olvidé, pues mí comportamiento asegura lo contrario. Y para calmarme y dibujar mi única naturaleza, me lleva de nuevo a ella, esta vez de otra forma-: “Sólo ese Ser conoce el amor. Sólo sus pensamientos son perfectamente congruentes; Sólo ese Ser conoce a Su Creador, se comprende perfectamente a Sí Mismo y goza de un conocimiento y amor perfecto, así como un estado de unión constante con su Padre y Consigo Mismo”. -Entiendo que no me identifique por el momento con él. Agacho mi cabeza y acepto sin cuestionar. Ahí es donde quiere dirigirme las prácticas que realizo-.

Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios”. -Y eso debe ser, si me desprendo de la paja que me entretiene en juicios y desencuentros. Ayúdame a escucharla, ayúdame a perder el interés que aún sostengo por el desenlace de tantos asuntos con que ocupo mi vida-.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo”. -Repito confiado, buscando el eslabón perdido en mi memoria-.

Tengo el poder de decidir”. -También una cualidad olvidada o reducida a las pequeñas o grandes decisiones de mi menguado entorno, pero jamás reconocida en total sentido de la palabra. Sí, decido conocerme a mí mismo tal como soy en mi creación-.

Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo”. -Y serán muchas las veces que habré de repetírmelo, pues son también muchas las resistencias a aceptarlo. Y cuento con Jesús, mi hermano mayor que me asegura-: “Yo te acompaño en esta jornada. Pues por el momento comparto tus dudas y tus miedos, de manera que puedas recurrir a mí que conozco el camino por el que se supera toda duda y temor”. -Y me tomo de su mano, todo el día-.

joseluis