“Por la gracia vivo. Por la gracia soy liberado”. La gracia, ese estado desconocido para mí que necesito seguir aprendiendo: “La gracia es el atributo del Amor de Dios que más se asemeja al estado que prevalece en la unidad de la verdad”. ¡Un atributo del Amor de Dios! Tendrá sus características, por eso me cuesta tanto afinarme con ella. Y sigue: “La gracia es la aceptación del amor de Dios en un mundo de aparente odio y miedo”. Sí, de ahí mis resistencias. Pide el intercambio de mi mundo por el cielo. “Pues la gracia da lugar a un estado tan opuesto a todo lo que el mundo ofrece, que aquellos cuyas mentes están iluminadas por el don de la gracia no pueden creer que el mundo del miedo sea real”. ¡Bienvenida!
“La gracia no es algo que se aprende”. No obstante, por ser un don de Dios, tengo que prepararme para ella. Y me da el modo: “El perdón es el eje central de la salvación… dirige su trayectoria y asegura su resultado… Y ahora pedimos que se nos conceda la gracia, el último regalo que la salvación puede otorgar”. Siempre el perdón.
“La experiencia que proporciona la gracia es temporal, pues la gracia es el preludio del Cielo”. Y me dan ganas de decepcionarme. “Más ese lapso es suficiente. Pues ahí se depositan los milagros...” ¡Ah! la gracia es la que propicia las revelaciones, por eso es temporal. Y mi cara después de un instante de revelación, trae la paz de la faz de Cristo para mí y para quien mire, por eso puedo dar los milagros que recibo, por eso debo darlos. Aquí se necesitan. “Siéntete agradecido de poder regresar, de la misma manera en que te alegró ir por un instante, y acepta los dones que la gracia te otorgó. Es a ti mismo a quien se los traes”. Ahora comprendo la oración final: “Por la gracia vivo. Por la gracia soy liberado. Por la gracia doy. Por la gracia he de liberar”
joseluis
Y en la Gracia los hijos nos encontramos…
Cada encuentro responde a la causa del Amor…
Aquí me quedo en Paz