“Cuando me curo no soy el único que se cura”. -Me sorprende ¡Y dice que es la idea central de la salvación!- “Aislarse de los demás y rehusar la unión da lugar a la enfermedad”. –Sí, me he sentido aislado de los que sufren y cercado por mis propias enfermedades. Acepto que-; “La enfermedad es aislamiento”. -A estas alturas no espero leer nada conocido-. “La curación podía considerarse como un anti-sueño que desplaza al sueño (de la separación)”. -Debemos hablar de otro concepto de curación-. “La curación es libertad”. -Ya te digo-. “Cuando se haya visto desaparecer la enfermedad, a pesar de las leyes que sostienen que es real, todas las preguntas habrán quedado resueltas”. -¡Extraordinario! Pero no debe ser una tarea sencilla -me digo-, y a continuación leo-: “te enseña que fácil puedes alcanzar la salvación y qué poca práctica necesitas para que sus leyes reemplacen a las tuyas”. ¡Gracias Padre!
“A medida que te dejas curar, te das cuenta que también se curan los que te rodean o vienen a tu mente, los que están en contigo y los que parecen no estarlo”. -¡Todos! Y tiene que ser así, puesto que si mi mente sana su necesidad de enfermar, no podré proyectar enfermedad fuera y no la veré-.
“Hoy pido que sólo la verdad ocupe mi mente”. -Iniciaré y acabaré mi jornada con este pensamiento-: “Cuando me curo no soy el único que se cura. Y quiero compartir, mi curación con el mundo, a fin de que la enfermedad pueda ser erradicada de la mente del único Hijo de Dios, Quien es mi único Ser”. -Tampoco me olvidaré de mi función cada hora y repetiré-: “Cuando me curo no soy el único que se cura. Y quiero bendecir a mis hermanos, pues me curaré junto con ellos, tal como ellos se curarán junto conmigo”.
joseluis.