“Permítaseme percibir el perdón tal como es”. -Me vendrá bien. No consigo terminar de creer que la culpa no es real, y la mía propia me aplasta. Me tranquiliza porque el perdón “…se limita únicamente a lo que es falso”. -Mi mayor dificultar para perdonar es creer que tengo que perdonar lo que es verdad, no lo ilusorio-. El perdón es lo único que representa la verdad en medio de las ilusiones del mundo. Porque las niega, sin tenerlas en cuenta. Cuando he visto mi culpa, la he sentido tan “real” y consistente como la tierra que piso. “Si pecas, tu culpabilidad es eterna”. -Lo tengo comprobado- Y como si me estuviera escuchado me dice: “Hermano mío, lo que crees no es verdad” -¿Cómo salir de ahí?-
“El perdón tiene que practicarse, pues el mundo no puede percibir su significado ni proveer un guía que muestre su beneficencia, le es tan ajeno como tu propia realidad. Sin embargo, es lo que une a tu mente con la realidad que mora en ti”. -Me da un método-: “Hay una manera sencilla de encontrar la puerta al verdadero perdón… Cuando te sientas tentado de acusar a alguien de algún pecado, no permitas que tu mente se detenga a pensar en ello… Pregúntate: ¿Me acusaría a mí mismo de eso? Me pide un cuarto de hora en dos ocasiones de recogimiento con el Guía del perdón pidiéndole: “Permítaseme poder percibir el perdón tal como es”. Después, escoger a un hermano observando sus “pecados” sin concentrarme en ninguno en particular y preguntarme ¿Me condenaría a mi mismo por eso? Después liberarlo de mis pensamientos de pecado y dedicar el resto del tiempo a experimentar el escape de las cargas que es condena me suponía.
Y durante el resto del día en las ocasiones que se presenten me diré: “Permítaseme poder recibir el perdón tal como es ¿Me acusaría a mí mismo de eso? No me voy a encadenar a mí mismo de esta manera”. -Y antes de hacer nada-: “Nadie es crucificado solo, mas, por otra parte, nadie puede entrar en el Cielo solo”. –Y, no me dejes caer en la tentación-.
Joseluis