Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar”. -Al ser la verdad lo único que existe, es lo único que efectivamente puedo obtener. Impecable la deducción, pero, si no existe más que la verdad ¿Qué ando haciendo? “El fracaso te acechará mientras persigas metas inalcanzables”. -Ir tras metas inalcanzables, me contesta- “Buscas la permanencia en lo pasajero, el amor donde no está, la seguridad en medio del peligro y la inmortalidad en el sueño de la muerte. -Es el retrato completo de todos mis impulsos vitales. Busco el cielo donde no está-. “Para eso viniste y es indudable que harás lo que has venido a hacer”. -Por eso no puedo fracasar-.

Tres sesiones me pide hoy de diez minutos que iniciaré con esto: “Pido que se me conceda ver un mundo diferente y tener pensamientos distintos de aquellos que inventé. El mundo que busco no lo construí yo solo, y los pensamientos que quiero tener no son los míos”. Observaré en mi mente la insensatez de mi mundo y sus pensamientos. Me deslizaré después bajo ellos hasta un lugar de seguridad donde está la puerta que no pude cerrar cuando quise ocultar lo que se encontraba tras ella. Búscala hasta encontrarla me dice, pero antes de abrirla recuerda que nadie que se proponga alcanzar la ver­dad puede fracasar, porque eso estás haciendo ahora.

            “Empújala, y ve que fácilmente se abre sólo con tu intención. Allí ángeles alumbran el camino, y tú te yergues en una luz tan brillante que puedes entender lo que allí ves. Tal vez la sorpresa te detenga antes de darte cuenta que el mundo que ves, refleja la verdad que siempre has conocido y de la que no te habías olvi­dado totalmente mientras vagabas en sueños”.

            Entrehoras refrescaré mi mente repitiendo: “Hoy busco y encuentro todo lo que deseo. Mi único propósito me lo brinda. Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar”.

Joseluis