Es necesario asentar los nuevos conocimientos. Me reconoce la dificultad de las prácticas, restando importancia si incumplo el horario, pero incide en- :“el aprendizaje se vería afectado si dejases de hacer una práctica por no estar dis­puesto a dedicarle su tiempo. No te engañes con respecto a esto”. -Todo puede ser una treta de la mente. El nuevo formato es cinco minutos dos veces al día reflexionando sobre los pensamientos propuestos-. “Luego piensa en ellos, mientras dejas que tu mente los relacione con tus necesidades, tus aparentes problemas y todas tus preocu­paciones”.

-Cada hora deberé recordar una de las lecciones, una a la hora en punto y otra a las medias-. “No necesitas dedicar más de un momento a cada una de ellas. Repite la idea, y deja que tu mente descanse en silencio y en paz por un rato”. -Y entre horas-: “Si algo te sobresalta, piensa de nuevo en la idea. La ayuda que te puede prestar es infinita”.

Los milagros se ven en la luz. No puedo ver en la oscuridad. Permite que la luz de la santidad y de la verdad ilumine mi mente y me deje ver la inocencia que mora en mí”. – Comprendo que la oscuridad donde vivo es la causa de mi dolor y me siento asistido por las palabras que pronuncio-.

Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una. Veo a través de la fortaleza el regalo que Dios me dio. Mi debilidad es la oscuridad que Su regalo disipa, al ofrecerme Su fortaleza para que ocupe su lugar”. -Ésta es la corrección que mi mente necesita-.

Joseluis