“Soy tal como Dios me creó”. -Y parece bastante obvio aunque no lo aparente. No reparo lo suficiente en esta idea, tan contundente y clara como es, porque vivo al margen de ella-. “Sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creyeses que es verdad”. -Afirma como si me leyera el pensamiento. Si soy tal como Dios me creó, no debo preocuparme por mi salud, mi economía, ni por las personas a mi cargo, nada estará en peligro. ¿Qué estoy haciendo entonces?-.
“El poder sanador de la ida de hoy es ilimitado, la cuna de los milagros, la restauradora de la verdad”. Me anima a que practique con ella. “Ésta es la verdad que te hará libre”. -Me propone para hoy que comience diciéndome: “Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no pude sufrir y yo soy Su Hijo”. –Y que sosteniéndolo en mi mente busque al Cristo en mí, porque; “tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto con Él, por levemente que sea”. -Siempre me ofrece lo máximo, más de lo que me atrevería a pedir desde mi inconsciencia. ¿Cómo buscarlo, dónde encontrarlo? Todo se me hace un mundo-. “En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera que lo reconozcas como lo que eres tú”. -Me contesta claro y conciso-. “Búscalo hoy y encuéntralo”. -Mientras no lo haga seguiré perdido sin saber quien soy-. “Él te salvará de todos los ídolos que has inventado”. -Siento el empuje de estas palabras y me pongo tras de ellas-.
-Pasaré el día con esta noticia en mi mente propiciándome pensamientos amorosos hacia todos los que se crucen conmigo hoy y la repetiré- “Soy tal como Dios me creó”. -Como una sola nota. Mi decisión es tan firme como Su palabra, al menos para hoy, como me pide-.
joseluis
Gracias, Gracias