-Nadie muere sin su propio consentimiento-, nos dice el Curso, o esta otra, -toda muerte es un suicidio- para que no quede duda. Pero aun reconociéndolo, no sabemos cómo salir de ella, pues bien, también en otro lugar nos dice, -sólo con ponerla en duda sanarás…-. Vamos entonces a considerar la posibilidad de despertar en lugar de morir, hacer el milagro nunca fue cosa nuestra, sólo propiciarlo.
José Luis