Hemos atribuido el dolor de tu vida a la vacuidad de tus pensamientos, ves un mundo que no existe solo por haberlo pensado y lo pensaste porque lo deseabas, eso no es ver. Tu mente no tiene disciplina y no distingue entre la dicha y el placer. Decídete hoy a ver, y no pienses que por ser tan mínimo el esfuerzo que se te pide el resultado no tendrá valor, tu experiencia te lo demostrará.