“Por encima de todo quiero ver”. -Siempre me sorprende ¿qué es lo que hago sino ver? Y viene el recuerdo de lecciones pasadas; “lo que veo es una forma de venganza, no veo lo que más me conviene… ” y me entran unas enormes ganas de querer ver por encima de todo. Pero salta mi parte contestataria; ¿Renuncias a ver a tus hijos, a las personas que quieres? ¿Renuncias a las situaciones agradables de tu vida que te envuelven y acarician? ¿Renuncias a tus proyectos? Ya está la tormenta de la pérdida y el sacrificio. Como conoce mi mente me sale al paso-: “La visión no le cuesta nada a nadie” -y si se pone pesado el rebelde-: “Tan sólo puede bendecir”. -Y ya me entrego a la faena de hoy-.

Necesitas repetir la idea de hoy muchas veces para obtener el máximo beneficio, por lo menos cada media hora, e incluso más si es posible. Puedes intentarlo cada quince o veinte minutos”. -Me abrumo ¿Cómo voy a acordarme? Y me contesta; establece un horario fijo nada más despertar-. “No te será difícil hacerlo, aun si estás conversando u ocupado en otra cosa cuando llegue el momento de repetirla”. -Me gusta es que me diga que no será difícil, tenía mis dudas-.

-Lo importante es la frecuencia me voy a acordar, pues mostrará mi interés. Tiemblo ante el resultado-. “Probablemente te saltarás algunas prácticas, o tal vez muchas. No dejes que eso te perturbe, pero sí trata de adherirte al horario establecido de ahí en adelante”. -Me siento comprendido y apoyado-. “Si sientes que una sola vez durante todo el día fuiste completamente sincero al repetir la idea de hoy, puedes estar seguro de que con ello te habrás aho­rrado muchos años de esfuerzo”. -Siempre de rebajas, ahora sí que me siento fortalecido. Seguro que apruebo-.

Joseluis